Rojita mecánica

“El error es parte del acierto”

Erick Pohlhammer.

Si consideramos la serie de hechos que tienen que darse en un partido de fútbol para que este termine a favor de Chile con toda la historia de fracasos que traemos a cuestas, es mejor que no tengamos esperanzas en lo que los jugadores nacionales hagan mañana frente a España. Claro, goles a los últimos minutos, fallos arbitrales desastrosos y el escuálido rendimento de las figuras que arrugan para los partidos importantes son elementos que conocemos en 100 años de historia pelotera. Pero, con el respeto que merece la historia y los próceres de 1962, lo de Chile a esta alturas es notable.

Todos hablan de Chile, de Bielsa y del ritmo de juego. Todos en el mundo, y saliendo del chovinismo de la Roja, creen que Chile tiene credenciales de sobra para llegar a posiciones de avanzada en este Mundial. Y creo, que si nuestro equipo supera a España podemos sin duda, soñar  que Portugal y Brasil sucumban con el juego de la “Rojita Mecánica”. Hasta ahora, y con propiedad, los nacionales han jugado el mejor fútbol del Mundial. Mejor que todos los sudamericanos.

Pasemos revista:

Paraguay, excelente juego defensivo, pressing de madre señor mío, pero creatividad y fútbol asociado, NADA.

Argentina. Messi, Pipita, Palermo y los demás no logran igualar el juego asociado de Chile. Mucho ruido y poco fútbol. Demasiados aspavientos de un recuerdo hermoso con Maradona en la cancha pero hasta hoy no han tenido apretes de verdad.

Uruguay. Paciencia táctica, cerrojo charrúa y orden. Pero dependen de Forlán FC.

Brasil. Jogo bonito sólo para los comerciales. Dunga se pisa la cola de ratón cada vez que se da vuelta. Y sus jugadores parecen  robots mecanizados más que exponentes de la espontaneidad.

México. Explotó antes del Mundial. Se creyeron campeones del mundo o súper potencia antes de pisar el césped sudafricano. Pero el grupo les alcanzó para la gracia.

Duerme tranquila “Rojita Mecánica”: ”El error es parte del acierto”