El juego del fútbol

Mientras los medios de comunicación masiva y la publicidad intenta vendernos un estado de delirio colectivo por la participación de Chile en el Mundial de Sudáfrica, intentaremos mantener el objeto del análisis en los problemas que enfrentarán nuestros representantes del balompié.

Lejanía del mito: Chile es un pueblo.

A pesar de la pirotecnia de los medios, una vez que crucen las fronteras, los futbolistas, sentirán la verdad deportiva en sus espaldas: Chile tiene una gran deuda en los mundiales más que una gran responsabilidad. España y Suiza son los favoritos del grupo por lo que han hecho en el último tiempo ( España es Campeón de Europa y Suiza ganó el Grupo 2 de las clasificatorias europeas) y si bien nuestro seleccionado fue segundo en Sudamérica y tiene uno de los mejores entrenadores del mundo, no tiene descollantes figuras en el plantel (equipos clase A en Europa) que pretendan un liderazgo asombroso.

¿Qué llama la atención de Chile en el extranjero?

1.- El orden y el método de nuestra selección dirigida por Marcelo Bielsa. Por eso que, (in) dependiente de la lesión de Suazo, el ordenador de Chile tiene un par de variantes. Sánchez, Paredes o Valdivia en lugar de Chupete.

2.- La relación muerte = tragedia  (versus) vida =  gesta deportiva. Se supone, y por eso la cantidad de psicólogos y sociólogos que hablarán del tema, el Mundial es el opio de los pueblos en penumbras. No olvidemos a la gente del terremoto.

3.- El factor humano. Pasó ayer con Marcelo Bielsa y su nulo interés en compartir con el Presidente de la República, Sebastián Piñera. Pasó a comienzos de esta semana con la lesión de Humberto Suazo. Por más mecánica y ciencia, el fútbol es espontaneidad. Impredecible, más en estas latitudes sudamericanas. Sino se entendiera así, la subjetividad no campearía como hoy: no sabemos en qué medida Chile cumplirá con las expectativas de todos.

—–