Realidad y ficción: Análisis táctico de Chile antes del Mundial

Realidad

Jorge “El Mago” Valdivia destella fútbol, creatividad y dinámica cuando tiene la pelota en sus pies. Ese es el tema del momento. Todos los que cuestionaban su carácter y centraban el análisis en la periferia del talento que caracteriza al 10 de Chile, antes que el verdadero aporte en la resolución del juego colectivo, hoy lo piden de la partida por encima de Matías Fernández. Conversando con él, Valdivia cree que tiene posibilidades de ser titular. Incluso, pretende que junto a Matías hagan el fútbol en ofensiva de Chile, tal como lo hicieron en el lucido Colo Colo del primer semestre de 2006. Buenos deseos, pero depende de la flexibilidad táctica de Bielsa que hasta hoy no ha considerado públicamente esa opción. Pero elucubrando, Bielsa lo tiene entre sus ideas y, de acuerdo a la estrategia del rosarino de no mostrar todos los ases del mazo a sus rivales, no sería descabellado pensar que ambos vivieran juntos en el medio creativo. ¿Razones? Ambos saben cooperar en funciones defensivas y es notorio como Valdivia ha crecido tácticamente al agruparse y marcar al volante de contención del rival cuando Chile no tiene la pelota.

Ficción

El 3-3-1-3 de Bielsa

Los partidos de ayer, frente a Irlanda e Israel, tal como dijo el entrenador, “no son una verdadera medida de los que sucederá en el Mundial”. Pero sí se puede diagnosticar una oncena titular percibiendo la fineza con el balón y la dinámica de los futbolistas de Chile, dos buenos argumentos para atreverse a formar un equipo. En el arco, Claudio Bravo no tiene discusión. ¿Qué preocupa? La falta de fútbol por la lesión que sufrió en la Real Sociedad y el escaso trabajo en los últimos dos partidos, frente a Zambia e Israel. Pese a todo, se ve en buena forma física.

En defensa, las opciones son varias. Esa zona tiene candidatos fijos en: Gary Medel, Waldo Ponce y Arturo Vidal. Aunque esa retaguardia gana en dinámica y fiereza, pierde en el talón de Aquiles de esta selección, la estatura para afrontar los cabezazos hondureños, suizos e hispanos. La última semana en los diarios y columnas de opinión en la prensa catracha ha hecho hincapié que el principal defecto de Chile es el juego aéreo. Pero sólo se habla de los centímetros de menos de los chilenos, pero no hay medición real sobre la cantidad de cabezazos que pierden los nacionales. Pero por lo visto en las eliminatorias, la Roja tiene otros problemas más graves en defensa. Los errores de los últimos partidos, por ejemplo frente a Colombia y Venezuela (Ecuador prácticamente no atacó) acusaron yerros en la salida y descoordinaciones de movimientos para tomar marcas, sobre todo cuando los delanteros rivales cambian posiciones.

Los otros tres del mediocampo deberían ser  Rodrigo Millar por derecha, Mauricio Isla en el corte y Rodrigo Tello por izquierda. Aunque la opción de adelantar a Arturo Vidal en lugar de Millar cobra sentido por la dinámica y rabiosa intención del ex colocolino por sumarse al ataque. En ese caso, tendría opción Pablo Contreras en defensa. Así, gana sobriedad, si es necesario revolearla lejos, Contreras lo hace,  y seguridad en pelotas aéreas.

En ofensiva, prefiero a Aléxis Sánchez, Jorge Valdivia y Jean Beausejour. Los tres dan plasticidad y creatividad en ataque. La única duda en esta zona es la inclusión de Mark González, pero hace tiempo que su juego vertical choca con las defensas rivales y si bien sus cualidades físicas son su mejor credencial no le ganan la batalla al oficio y habilidad de Palmatoria. Pero indagando en el camarín de la Roja, Chico Mark es uno de los favoritos de Bielsa.

El extremo delantero debe ser Humberto Suazo, pero los encontrones que sufrirá su hombro por las características de su juego asustan la continuidad. Una vez conversé con Chupete y me contó que antes que partir una carrera o ubicarse en las postrimerías del área para esperar que lo habilitaran, él prefiere comenzar todo con un leve empujoncito al defensa que lo está custodiando. “Así saco ventajas”, me comentó. Hoy ese roce característico de su juego está en peligro.